Nunca pensamos que por una maldita enfermedad te perderíamos en tan pocos días.
No sabes como te extrañamos que abras la puerta del dormitorio , mirarte en el sol o jugando.
Recuerdo más que nunca cuantas veces te perseguí. Como mis piernas daban todo de sí para alcanzarte.
Ahora aunque mis piernas pueden dar mucho más que antes no podre alcanzarte a donde ahora vas.
Recordamos más que nunca como por las noches compartiste con nosotras tu calor al compás de tu ronroneo.
Cuantas veces sangré por tus uñas, ahora miro contenta las cicatrices, y sé que las que están en el corazón no se irán jamás.
Desde que muy pequeña te traje a casa hasta que ya mayor te veo partir.
Ahora te lloramos por dejarnos y zarpar pero agradecemos infinitamente los grandes momentos que a tu lado hemos vivido. Sé que te dimos una vida plena y ahora te recordamos contenta.
Nuestras lágrimas corren por haberte visto morir pero bañan una sonrisa por también haberte visto vivir.
Como la primera gata de nuestras vidas, la que con sus ojos nocturnos guio nuestros pasos en la oscuridad.
Por siempre juntas, y esperanos, no se si serán pocos o muchos años, pero apuesto mi vida a que nos volveremos a ver, pero esta vez para siempre. Te amamos!